Diez años atrás -recuerdo la fecha exacta porque fue en el postparto de mi tercer hijo, Benicio- fui a ver a una analista jungiana, justo cuando estaba empezando a cuestionarme el sentido, significado, propósito de mi trayectoria profesional.
Me presenté puntual, enfundada en mi trajecito negro preferido, con mis tacos altos preferidos. Me recibió una mujer que aparentaba unos 65 años, con ojos sabios y con una hermosa sonrisa de par en par. No estaba acostumbrada a esas sonrisas. Me incomodó. Pero como era bien recomendada, entré. Con esa hermosa sonrisa en su cara, me invitó a sacarme los zapatos. “¿Yo, bajarme de mis tacos? ¡Jamás!”, pensé.
Pero ahí nomás me los saqué y los acomodé prolijamente en la puerta de lo que aparentaba ser su oficina. Me sentía rara, pero bueno, ya estaba ahí. Lo peor estaba por venir. Su oficina era una sala vacía, que solo tenia almohadones de colores bordeando las paredes. “¿Dónde nos vamos a sentar?” pensé angustiada ante semejante experiencia jungiana. Ahí me dí cuenta de que los almohadones eran los sillones que nos esperaban para comenzar la sesión. Una sesión que no terminó hasta el día de hoy.
Quizá por eso hoy quiero ayudar a bajarse de los tacos a otras mujeres que tal vez lo necesiten tal como lo necesité yo…
Proceso, fluir, aceptar, confiar, integrar, poder, influencia, angustia, insatisfacción, frustraciones, exigencias, expectativas, existencia, traiciones, envidias, resentimientos, energías, son palabras y conceptos que pude procesar, interpretar y re-significar desde un camino más alternativo, más filosófico, más espiritual que desde la lógica del management.
Así fue como empecé a sumergirme en el arte de conocerme a mí misma. Encontrarle un significado a mi vida profesional… No solo el por qué, si no el para qué. Un propósito que me alimentara a seguir impulsándome hacia mi cometido. Si bien el significado es relevante para hombres y mujeres, para varios especialistas somos más las mujeres las que buscamos tener un trabajo significativo, e identificar el propósito de lo que hacemos.
Como el dicho, cuando el alumno está listo, aparece el maestro…